Fue retador elegirme una palabra que no sabía ni siquiera cómo escribir y gracias a estos cinco días maravillosos que hemos pasado en este paradiso, decidiría una y mil veces más primero pensar en mí para poder continuar. La alix que entró al retiro, una alix estructurada, vino, digamos, con una intención, queriendo tener el control, queriendo, ok, este es mi objetivo, esto es lo que yo voy a ir a buscar allá. Y me río porque esa alix, el universo, mi papito Dios, le dijo, bueno, yo aquí te voy a dar el camino a lo mejor para tu objetivo, pero primero te voy a dar otras cosas. Y me dio mucha profundidad, me dio mucho amor propio, me dio como esa seguridad que antes no la podía, que no sabía cómo se sentía, al mismo tiempo me hizo liberar y simultáneamente la expansión que mi corazón hoy tiene de agradecimiento. Primero hacia mí por permitirme darme el valor de estar aquí, por dar ese primer paso, de decir si ya voy y de que cuando mi corazón lo sintió, lo compré. Si lo hubiese dejado para una semana más tarde, no hubiese pasado, de agarrar ese impulso. Lo segundo, conocer acá una de estas 25 mujeres, escuchar sus historias de vida, sus maneras de expresarse, de vivir la vida y de ver cómo la ven. Yo no tengo palabras, cada una de ellas me ha permitido volver a un pedacito de mí. Y Stefanie es un ser para mí de admiración total. La admiración y la inspiración que esa mujer da en mi vida, yo no lo puedo explicar. Y gracias a ella, yo sé con los miedos que me están consumiendo en este momento y con una incertidumbre que es necesaria para el camino. Yo sé que voy a poder vivir con más paz mental y poder ser la mejor versión de lo que mi alma quiere ser. Si tuviera que llevarme algo de ese repiro en una cajita pequeñita, lo llevaría todo. Tres palabras con las que yo puedo resumir este retiro serían amor, vitamina y libertad. Te invito desde el fondo de mi corazón a que vivas esta experiencia. Esto es para ti, esto te va a llenar el alma a ti, te va a ayudar a cocrear la vida que tanto sueñas.