Perdoné a la madre que vivía en luto por sus hijos neurodiversos y creé una nueva vida de felicidad.

Tener dos hijos con autismo ha significado enfrentarme a retos, etiquetas y estigmas que no siempre son intencionales (hasta yo llegué a tenerlos en algún momento). Y si a eso le agregamos el momento que vivíamos en el mundo, para mi familia fue como si se amontonaran pequeños problemas unos encima de otros.
En este proceso, Más Paz Mental me dio herramientas desde el primer módulo y me enseñó a ponerle nombre y apellido a cosas que intuía. Me permitió investigar más sobre el tema y me potenció a abrir posibilidades para mí y para mi familia. En el camino conocí un término que me marcó: Aceptación Radical. Con él empecé una fase de autoconocimiento, lo que luego me animó a comenzar a compartir mi experiencia en las redes sociales.
Todas esas herramientas me mostraron que un diagnóstico no significa que voy a ser infeliz siempre. Y también entendí que, para otros, esas mismas herramientas se adaptan de forma particular, permitiéndole a cada persona utilizarlas para potenciar su vida y felicidad.
La neurodiversidad hizo que pasara por un luto del hijo o la hija idealizada que quería tener. Al mismo tiempo, me permití dejar ir. Me desprendí del tabú alrededor de la condición, permitiéndome potenciar mi vida y la de mi familia, saliendo de ese luto que no podía durar toda la vida.
En mi caso, **pude aprender de límites desde la neurodiversidad, entendiendo que no solo los aplicaba con familiares, sino también para entender a mis hijos. **Por ejemplo: como familia, el paradigma es que si tienes niñ@s debes asistir a piñatas, luego entendí que estaba bien no llevar a mis niños a las piñatas porque tenía que respetar sus propios límites: no podían soportar sensorialmente una piñata a los 3 o 4 años.
Es todo un proceso de, como padres, aprender a entender que ellos mismos requieren sus propios límites, y como familia lo hacemos para beneficiarles. Todo esto es una crianza mutua y aprendemos los unos de otros.
Con este aprendizaje que me dio Más Paz Mental encontré la voz y la cama elástica para hacerme saltar a otro nivel y empezar a comunicar y transmitir todo esto desde un punto de vista más humano, en el que me permito aprender y generar un camino positivo para el futuro.
En este camino perdoné a esa madre inicial y pude decirle: _“Te entiendo, sigues en ese dolor y nadie te va a abrir la puerta a esa nueva vida hasta que tú misma no hagas ese camino”. _
En resumen, aprendí a…
Al final, entendí que sufriendo en silencio no llegaría a ningún lado. Es nuestra misión como familias neurodiversas comunicarnos para seguir eliminando todo el tabú alrededor de la condición.
Yo siempre pensé que sería quien le hablaría a otras personas a través de @AutismoSinMiedo, pero terminé escuchando y conociendo sus historias. Y lo que pensé que sería un monólogo, terminó siendo un discurso que seguimos co-creando en comunidad.
Si resuenas con esta historia y quieres conocer más sobre mi programa Más Paz Mental, del que Federika habla, haz clic aquí: https://www.stephanieessenfeld.com/mas-paz-mental